Algoritmo de firma digital
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Alice firma un mensaje – “¡Hola Bob!”- añadiendo al mensaje original una versión cifrada con su clave privada. Bob recibe tanto el mensaje como la firma. Utiliza la clave pública de Alice para verificar la autenticidad del mensaje, es decir, que la copia cifrada, descifrada con la clave pública, coincide exactamente con el mensaje original.
Una firma digital es un esquema matemático para verificar la autenticidad de los mensajes o documentos digitales. Una firma digital válida, cuando se cumplen los requisitos previos, ofrece al destinatario una confianza muy alta en que el mensaje fue creado por un remitente conocido (autenticidad), y que el mensaje no fue alterado en tránsito (integridad)[1].
Las firmas digitales son un elemento estándar de la mayoría de los conjuntos de protocolos criptográficos, y se utilizan habitualmente para la distribución de software, las transacciones financieras, el software de gestión de contratos y en otros casos en los que es importante detectar falsificaciones o manipulaciones.
Las firmas digitales emplean criptografía asimétrica. En muchos casos, proporcionan una capa de validación y seguridad a los mensajes enviados a través de un canal no seguro: Si se implementa correctamente, una firma digital da al receptor una razón para creer que el mensaje fue enviado por el supuesto remitente. Las firmas digitales son equivalentes a las firmas manuscritas tradicionales en muchos aspectos, pero las firmas digitales correctamente implementadas son más difíciles de falsificar que las manuscritas. Los esquemas de firma digital, en el sentido utilizado aquí, se basan en la criptografía, y deben ser implementados correctamente para ser efectivos. También pueden proporcionar el no repudio, lo que significa que el firmante no puede afirmar con éxito que no firmó un mensaje, al tiempo que afirma que su clave privada sigue siendo secreta. Además, algunos esquemas de no repudio ofrecen una marca de tiempo para la firma digital, de modo que incluso si la clave privada está expuesta, la firma es válida[15][16] Los mensajes firmados digitalmente pueden ser cualquier cosa representable como una cadena de bits: los ejemplos incluyen el correo electrónico, los contratos o un mensaje enviado a través de algún otro protocolo criptográfico.
Certificado de firma digital
Las firmas digitales son como “huellas digitales” electrónicas. En forma de mensaje codificado, la firma digital asocia de forma segura a un firmante con un documento en una transacción registrada. Las firmas digitales utilizan un formato estándar y aceptado, llamado Infraestructura de Clave Pública (PKI), para proporcionar los más altos niveles de seguridad y aceptación universal. Son una implementación de tecnología de firma específica de la firma electrónica (eSignature).
En particular, el uso de la tecnología de firma digital para las firmas electrónicas varía significativamente entre los países que siguen leyes de firma electrónica abiertas y neutrales desde el punto de vista tecnológico, como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia, y los que siguen modelos de firma electrónica escalonados que prefieren normas definidas localmente que se basan en la tecnología de firma digital, como muchos países de la Unión Europea, Sudamérica y Asia. Además, algunos sectores también apoyan normas específicas basadas en la tecnología de firma digital.
Cuando un firmante firma electrónicamente un documento, la firma se crea utilizando la clave privada del firmante, que siempre guarda de forma segura el firmante. El algoritmo matemático actúa como un cifrado, creando datos que coinciden con el documento firmado, llamados hash, y cifrando esos datos. Los datos cifrados resultantes son la firma digital. La firma también está marcada con la hora en que se firmó el documento. Si el documento cambia después de la firma, la firma digital queda invalidada.
Ejemplo de firma digital y firma electrónica
La firma electrónica está en auge a medida que trasladamos más de nuestras vidas a Internet. Allied Market Research informa de que el mercado mundial de la firma electrónica tuvo un valor de 517 millones de dólares en 2015 y aumentará hasta los 3.400 millones de dólares en 2022. Otro estudio de Markets And Markets predice que el mercado europeo experimentará el mayor crecimiento porque “la concienciación relacionada con la firma digital está siendo ampliamente abordada en Europa y se acentúa aún más por las fuertes regulaciones gubernamentales”.
No cabe duda de que la necesidad de distanciamiento social provocada por la pandemia de coronavirus está acelerando esta tendencia. Los expertos afirman que “con la expansión del uso de la firma electrónica en el clima actual, es probable que estas prácticas sigan utilizándose una vez que la vida vuelva a la normalidad y las oficinas vuelvan a abrir”.
La consultora Forrester ha descubierto que las empresas ahorran hasta 22.000 horas al año si adoptan la tecnología de la firma electrónica, y Forbes informa de que las empresas pueden conseguir un ahorro de eficiencia de entre el 70 y el 80% en comparación con la utilización exclusiva de firmas físicas.
¿Qué es la firma digital?
Cuando los usuarios llegan a su sitio web, tienen una forma de saber si su sitio es seguro para conectarse o no. Viene en forma de algo llamado certificado digital. Hoy le ayudaremos a entender qué es un certificado digital, sus componentes clave, el papel que desempeña en la seguridad web y otros conceptos asociados a él.
Un certificado digital actúa principalmente como una tarjeta de identificación; algo así como una licencia de conducir, un pasaporte, una identificación de empresa o una identificación escolar. Básicamente dice a otras personas quién eres. Así, por ejemplo, cuando un usuario llega a su sitio buscando sudominio.com, el certificado digital de su sitio (también conocido como cert) ayudará a ese usuario a confirmar si realmente ha llegado a sudominio.com.
No todos los sitios web ofrecen certificados digitales. En el pasado, el uso de certificados digitales se limitaba principalmente a los sitios con los que los usuarios tenían que realizar transacciones seguras o compartir información sensible. Por ejemplo, normalmente se encontraban certificados en sitios web de banca online, servidores de transferencia de archivos seguros, sitios de comercio electrónico importantes o servidores EDI. Pero como ahora los usuarios están más concienciados con la seguridad en la web, cada vez son más los sitios que emplean certificados digitales para ganarse la confianza de los usuarios.