Valores instrumentales
Las páginas siguientes exploran las formas en que los valores y antivalores pueden emplearse como herramientas de pensamiento crítico. Se presupone una versión del pluralismo de valores: Nos importan muchas cosas, y a menudo estas cosas entran en conflicto entre sí. Una lista de valores para las humanidades es análoga a la tabla periódica para las ciencias.
Los valores son simplemente las etiquetas y categorías que creamos para identificar las motivaciones y deseos que creemos que nos llevarán a una buena vida, aunque en la práctica, los valores entran regularmente en conflicto. Yo valoro la comodidad y lo delicioso y al mismo tiempo valoro la salud y la industria.
Los antivalores son valores que tienen un resultado previsiblemente malo. Entre ellos están la dominación, la venganza, el sadismo, la ideología, la dureza y la exclusividad. Es de suponer que en nuestro pasado primordial, estos antivalores garantizaban cierta seguridad y florecimiento, pero ya no tienen un papel beneficioso en nuestras comunidades modernas.
Es importante señalar que los antivalores no son sinónimos de exceso o deficiencia de otro valor. La cobardía es una deficiencia de valor. La temeridad es un exceso de valor. Ni la cobardía ni la temeridad designan un valor por el que nadie se esfuerza. Por lo tanto, es mejor designarlos como vicios.
Sistemas de valores
Echa un vistazo a esta lista de valores corporativos: Comunicación. Respeto. Integridad. Excelencia. Suenan muy bien, ¿verdad? Fuertes, concisos, significativos. Tal vez incluso se parezcan a los valores de su propia empresa, los que usted pasó tanto tiempo escribiendo, debatiendo y revisando. Si es así, deberías estar nervioso. Estos son los valores corporativos de Enron, tal y como se recogen en el informe anual de la empresa del año 2000. Y, como han demostrado los acontecimientos, no son significativos; no tienen sentido.
Enron -aunque es un caso extremo- no es la única empresa con un conjunto de valores vacíos. He pasado los últimos diez años ayudando a las empresas a desarrollar y perfeccionar sus valores corporativos, y lo que he visto no es bonito. La mayoría de las declaraciones de valores son insípidas, desdentadas o simplemente deshonestas. Y lejos de ser inofensivas, como suponen algunos ejecutivos, suelen ser altamente destructivas. Las declaraciones de valores vacías crean empleados cínicos y desanimados, alienan a los clientes y socavan la credibilidad de los directivos.
¿Quiere una prueba? Esto es lo que ocurrió en una reciente conferencia de gestión celebrada por una empresa de servicios financieros. El director general comenzó anunciando con orgullo el importante papel que un nuevo conjunto de valores corporativos -trabajo en equipo, calidad e innovación- desempeñaría en la empresa. A continuación, mostró a los asistentes, entre los que se encontraban docenas de altos ejecutivos de todo el mundo, un vídeo muy ingenioso que ilustraba cada palabra con imágenes de atletas de primera categoría, música estridente y tomas de empleados saludando torpemente a la cámara. Todo ello apestaba a falta de sinceridad. Cuando el director general preguntó alegremente a los miembros del público si querían volver a verlo, fue recibido por un fuerte coro de “¡No!”. Era evidente que su credibilidad estaba en entredicho.
Valores éticos
La axiología (del griego ἀξία, axia: “valor, valía”; y -λογία, -logia: “estudio de”) es el estudio filosófico del valor. Incluye cuestiones sobre la naturaleza y la clasificación de los valores y sobre qué tipos de cosas tienen valor. Está íntimamente relacionado con otros campos filosóficos que dependen crucialmente de la noción de valor, como la ética, la estética o la filosofía de la religión[1][2]. El término fue utilizado por primera vez por Paul Lapie, en 1902,[3][4] y Eduard von Hartmann, en 1908[5][6].
La distinción entre valor intrínseco y extrínseco es fundamental para la axiología[7]. Una conceptualización sostiene que algo es intrínsecamente valioso si es bueno en sí mismo o bueno por sí mismo[8]. Se suele sostener que el valor intrínseco depende de ciertas características de la entidad valiosa. Por ejemplo, se puede decir que una experiencia es intrínsecamente valiosa por ser placentera. El valor extrínseco, por el contrario, se atribuye a las cosas que son valiosas sólo como medio para otra cosa. Las teorías sustantivas del valor tratan de determinar qué entidades tienen valor intrínseco. Las teorías monistas sostienen que sólo hay un tipo de valor intrínseco. El ejemplo paradigmático de las teorías monistas es el hedonismo, la tesis de que sólo el placer tiene valor intrínseco. Las teorías pluralistas, en cambio, sostienen que hay varios tipos diferentes de valor intrínseco, por ejemplo, la virtud, el conocimiento, la amistad, etc. Los pluralistas del valor se enfrentan al problema de explicar si los distintos tipos de valor pueden compararse o no a la hora de tomar decisiones racionales. Algunos filósofos afirman que los valores no existen en el nivel más fundamental de la realidad. Uno de estos puntos de vista sostiene que una declaración de valor sobre algo sólo expresa la aprobación o desaprobación del hablante sobre esta cosa. A esta postura se oponen los realistas del valor.
Qué son los valores
Parte de la preparación de los estudiantes para que sean autosuficientes y tengan éxito significa ayudarles a encontrar un espacio en el que “encajen”. El proceso de encontrar este espacio incluye ayudarles a descubrir lo que es importante para ellos y cuáles son sus valores. Cuando los estudiantes comprenden sus valores, se sienten impulsados, centrados y son capaces de vivir una vida auténtica y feliz.
En el programa Winning Futures, enseñamos a los alumnos que sus valores son importantes. Hay tres tipos de valores que exploran para crear una estrategia de éxito. Los tres tipos de valores que animamos a los estudiantes a explorar son:
Los valores del carácter son los valores universales que se necesitan para existir como un buen ser humano. También son las características principales que los empleadores buscan a la hora de contratar. Algunos ejemplos de valores de carácter son: el compromiso, la lealtad, la actitud positiva y el respeto.
Los valores laborales son valores que te ayudan a encontrar lo que quieres en un trabajo y te dan satisfacción laboral. Es especialmente importante entender cuáles son tus valores laborales para prosperar profesionalmente. Ejemplos de valores laborales son: la práctica, el contacto con el público, el prestigio y la estabilidad.